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Yo recuerdo verme fea justo aquel día. Y quizás tú me vieses bonita. Recuerdo estar en tu casa, sentada en el sofá, mientras tú comías. Te habías levantado hacia un rato. Yo ansiaba que fueras a aquel sofá, y te sentarás a mi lado, pero no lo hiciste. Y aproveché la oportunidad de moverme de allí. Cuando girabamos la puerta, nos cruzamos, y de alguna manera, me miraste disimuladamente. Entonces fue cuando ocurrió, nuestras miradas se cruzaron, y los dos permanecimos mirandonos unos segundos, sin importar lo que nos rodeaba. Al mismo tiempo bajamos la mirada, tú te fuiste, yo volví al sofá. Y así fue la última vez que te ví.