22 abril 2012

La vida es demasiado corta como para ser insignificante.


Nunca elegí el camino más fácil, solo porque fuera más fácil, y sé que nunca lo haré. No es que me guste complicarme la vida, pero siempre me enseñaron que si el camino es difícil vas por la dirección correcta. Quizás tú pienses que haya excepciones, que no todo lo que te dicen cumple lo que dice, pero yo ya lo he comprobado. No fue fácil conseguir todo lo que tengo, y ha habido enfados, lágrimas, decepciones y caras largas durante bastante tiempo, pero si me miras, verás una persona contenta con lo que tiene, porque jamás deseé más de lo que tenía. Aproveché cada momento como si fuese el último, bueno tal vez fuese el último, porque nunca algo, por mucho que te empeñes será igual, nada te volverá a hacer sentir lo mismo que sentiste, fuese lo que fuese, y mucho menos si se trata de las casualidades de la vida. Y creo que está bien tomar todo lo que la vida te dé, ya sea bueno o malo, que sin cosas malas no habría cosas buenas, porque vida solo hay una, y ni tú, ni yo, ni nadie sabe cuánto vas a durar, por eso, vive, es lo mejor que puedes hacer en este momento.

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Quizás te ayudaría comer maquillaje, pues de ese modo tal vez seas bonita por dentro también.
Es díficil saber si mañana seguirás pensando en lo mismo que hoy. Pues tal vez, las cosas, de un día para otra, puedan cambiarse.
Planeo una escapada, y si te vienes conmigo no me importa donde ir, improvisaremos.