20 abril 2012

Enamorarse es como tomar cocaína.

Un recipiente meta - análisis realizado por la investigadora Stephanie Ortigue, de la Universidad de Syracuse, en Nueva York, revela que enamorar no sólo puede provocar una sensación de euforia parecida a la vinculada al consumo de cocaína, sino que también afecta a las áreas intelectuales del cerebro. Además ha calculado que el fenómeno popularmente conocido como 'flechazo' tarda aproximadamente un quinto de segundo en surtir efecto.

Los resultados del trabajo de ortigue, publicados bajo el título "La Neuroimagen del Amor", revelan que, cuando una persona se enamora, hasta 12 áreas del cerebro trabajan conjuntamente para liberar sustancias químicas que inducen euforia, como la dopamina, la oxitócica, la vasopresina o la adrenalina. Y que "diferentes tipos de amor implican a distintas áreas cerebrales". Por ejemplo, el amor apasionado pone en acción a las zonas relacionas con la recompensa y algunas funciones cognitivas superiores, como las que participan en la creación de metáforas y en la representación de la imagen corporal.

Entonces, ¿el amor es corazón o cerebro? Yo diría que el cerebro, pero el corazón también está implicado. El cual se acelera cuando se generan cascadas de neurotransmisores, parte de la neuronas, en ciertas zonas del cerebro, y aparecen las "mariposas" en el estómago. Por lo cual entender cómo y porqué nos enamoramos ayudará también a reparar un 'corazón roto' por el desamor.

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Quizás te ayudaría comer maquillaje, pues de ese modo tal vez seas bonita por dentro también.
Es díficil saber si mañana seguirás pensando en lo mismo que hoy. Pues tal vez, las cosas, de un día para otra, puedan cambiarse.
Planeo una escapada, y si te vienes conmigo no me importa donde ir, improvisaremos.