05 junio 2012

No todo lo que se comienza, se termina.


Cogí un cubo amarillo junto a mí, lleno de barro, y sin pensármelo dos veces, se le tiré encima. Después de esto empecé a correr para alejarme y que no me pillara, pero era bastante rápido, y consiguió alcanzarme, me cogió en sus brazos, y me tiró a la fuente de la entrada, ahora él estaba lleno de barro, y yo empapada. Nos miramos y nos echamos a reír. Después se presentó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Quizás te ayudaría comer maquillaje, pues de ese modo tal vez seas bonita por dentro también.
Es díficil saber si mañana seguirás pensando en lo mismo que hoy. Pues tal vez, las cosas, de un día para otra, puedan cambiarse.
Planeo una escapada, y si te vienes conmigo no me importa donde ir, improvisaremos.